Aunque la blancura es deseada, el color debe ser natural y consistente en todos los dientes.
Dientes rectos y bien posicionados, sin apiñamiento (amontonamiento) ni diastemas (espacios entre ellos).
Cada diente debe tener una forma anatómicamente correcta, sin fracturas, desgaste excesivo o restauraciones antiguas que no se mimeticen.
Las encías deben ser de un color rosa saludable, sin inflamación y con una altura uniforme alrededor de cada diente, mostrando una proporción adecuada entre diente y encía.