Que el centro de tus dientes frontales superiores coincida con la línea media de tu cara y la de tus dientes inferiores.
Cada diente debe tener un tamaño y una forma adecuados en relación con los demás. Los dientes frontales superiores, por ejemplo, suelen ser los más prominentes.
La curva de los bordes inferiores de tus dientes superiores debe seguir la curvatura de tu labio inferior al sonreír, creando una línea suave y atractiva.